Dudé entre un perfume o agua de colonia. Al final me decidí por lo primero, su olor persuasivo me convenció.
De pié, uniformada, con el pelo recogido y una blanca palidez, hizo lo posible para acercarse y preguntarme si quería algo más.
El frío que sentí se coló dentro, provocando un dolor punzante igual la gélida brisa del invierno, que traspasa la cara llegando a doler.
Sus ojos castaños se clavaron en los míos como las espinas de una rosa. Sentí una arrebatadora atracción y me dejé. Cómo hubiera podido defenderme, si el crucifijo se había quedado en el otro bolso, me dije.
Sabías que tenías la conquista lograda desde que te pusiste el perfume ¡sos mujer Aniagua!
ResponderEliminarJaja ..gracias amigo!!
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ResponderEliminarEstremecedora historia con la que me he reido al final. Conozco a un puñado de dependientas de un conocido centro comercial que presentan los mismo síntomas.
Besos!
Me alegro que te haya gustado , Beatriz
EliminarBesos!!
Que bueno!!!
ResponderEliminarDespués ya se confesará.
Besos.
Jaja... si, eso.
EliminarBesos.
Este relato es complejo, vital y complejo, abrazo.
ResponderEliminarBuen finde.
Abrazos a ti también, Amapola
EliminarNo se había quedado, lo habías dejado en el otro bolso. Lo sueles hacer siempre que sales a comprar perfume. Un abrazo
ResponderEliminarjajaja... gracias por pasar y comentar. Amando
EliminarUn abrazo
Encuentros de embrujo que se dan en la vida.
ResponderEliminarUn abrazo y carilos te dejo en este fin de semana!!!
Un abrazo de oso, para ti abuela ciber!!
EliminarQUE RELATO!!!
ResponderEliminarEL HECHIZO DEL PERFUME PUEDE DERRIBAR A CUALQUIERA.
ES QUE ES MUY ATRACTIVO.
BESOS
Besos linda amiga
EliminarPase a saludarte y dejarte estos sentires propios no solo de Semana Santa sino de todas las semanas del año.
ResponderEliminarCariños
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Pensamiento de la semana:
Toma una sonrisa,
regálala a quien nunca la ha tenido.
Toma un rayo de sol,
hazlo volar allá en donde reina la noche.
Descubre una fuente,
haz bañar a quien vive en el barro.
Toma una lágrima,
ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.
Toma la valentía,
ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.
Descubre la vida,
nárrala a quien no sabe entenderla.
Toma la esperanza,
y vive en su luz.
Toma la bondad,
y dónala a quien no sabe donar.
Descubre el "amor",
y hazlo conocer al mundo.
(Mahatma Gandhi)