Otra noche más sin poder pegar ojo. He dado mil vueltas en la cama, he intentado contar ovejas y nada. El Nestea fue la causa.
Tengo que salir de la cama, pues ya acuden los fantasmas a visitarme. Mientras golpeo las teclas de mi viejo ordenador, se oyen jadeos cerquita de mi ventana. Dejo de escribir, y con la curiosidad de los mortales, miro a través de los cristales. Y en el jardín cubierto de verde césped, mi vecina del cuarto con el banquero del primero, ruedan, en la alfombra verde como si del recreo se tratara. Las cosas que se descubren en una noche de insomnio!.
Fantasia o no, dos personas en la calle haciendo sus necesidades, siempre denigra la dignidad humana. Locuras como esas, mejor que no.
ResponderEliminarSavia, creo que te has sentido mal con ésta entrada de mi blog. Sólo he pretendido publicar un microrrelato que no es real, y que si lo fuese , creo que no he empleado en ningín momento palabras inadecuadas en él.
ResponderEliminarUn saludo grande
Me encantó lo del recreo, me recordó al de mi infancia... está precioso tu relato... voyeur!! o como se escriba... en cuanto al comentario de Savia (seguro que no lo ha probado nunca y no sabe lo que se siente...sin ofender)... tu relato es lo más inocente del mundo, su interpretación es la maligna... por cierto no me deja ser seguidor tuyo, no aparece, pero volveré
ResponderEliminarMuchas gracias ,Riol
ResponderEliminaren las largas noches de insomnio descubrimos la vida de muchos seres que disfrutan de él, bonito y romántico escrito, saludos querida amiga
ResponderEliminarAy abuela frescotona , te quiero tanto.
ResponderEliminar