martes, 7 de febrero de 2023

ManzanasGolden.

 Pero ese no fue el modo en que actuó cuando al ver el Teide completanmente nevado.

 

Naturalmente que no. Un cuenco con fresas y nata brillaba en todo su esplendor ante sus ojos, aunque el deseo hubiese sido otro: sus labios. Si realmente fue eso. Había soñado con él.

Pero los sueños, sueños son, dijo alguien.

 

De modo que lentamente chupeteó una y otra vez cada pieza.

 

Si, definitavemente Echeide se hallaba enfrente: altibo, majestuoso.

 

 

 

" El perro infierno se vive aqui"

 

Eso pensó.

 

Además de todo eso deseó lo prohibido.

 

 


 

 

 

 


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