El claxon de aquel coche negro, el del último viaje, hizo que despertara.
El alcohol había hecho que se sumergiera en un profundo sueño, como si no estuviese allí. A duras penas pudo levantarse del catre y echó un vistazo por el ventanuco. No sin antes beber la última copa que se hallaba al lado de la mesita de noche. Pensó igualmente que podría haber entrado en el triangulo de las Bermudas, tenía la lengua acolchada y dudó de todo.
Y es que cuando los sesos se hidratan de ese modo es difícil saber o interpretar que cosa sucede, cual es la realidad, o no.
De modo que se quedó unas horas allí mayestático.
¿Qué edad tiene?, ¿Quién era?. ¿Porqué vivía de ese modo?
María Gladys Estèvez.
Me quedo intrigado...
ResponderEliminarBesos.
Eso, eso, yo también aclamo una segunda parte. O más. :)
ResponderEliminarBesitossss
Um texto que deixa o/a leitor/a na expetativa...
ResponderEliminar.
Cumprimentos poéticos e cordiais
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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