Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hoy


Lo abandono todo
Abandono el trabajo,
Abandono el coche,
Abandono mi fe,
Abandono mis risas,
Abandono mis lágrimas,
Abandono mi casa,
Y me abrazo a un árbol,
Y me quedo dormida.


14 comentarios:

  1. Es un buen final ese.

    El árbol no te hará nada malo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Es una buena idea, me conforta tu poema.

    Un beso.

    Rafa.

    ResponderEliminar
  3. Buen amigo querida y admirada poetisa has escogido para recostarte y entrar en el bello mundo de los sueños. Muchos besinos de esta amiga que te da infinitas gracias por obsequiarnos la belleza de tus versos.

    ResponderEliminar
  4. Alejarse de todo aquello que nos perturba y sentir la pureza de la naturaleza que es sabia.
    Un besito

    ResponderEliminar
  5. Nunca pierdo la ocasión, cada vez que voy al monte, de abrazarme a un árbol durante un rato.
    Abandonar la risa? nooooooo. Es válvula de escape.
    Besitos Aniagua!

    ResponderEliminar
  6. Y el árbol te corresponderá sin duda, obreciéndote una buena sombra y respaldo

    un abrazo de árbol

    ResponderEliminar
  7. Trasmites sentires de desesperanza, que esperan ser menguados en abrazos de energía.

    Cariños

    ResponderEliminar

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...