La calima lo envuelve todo y un torbellino de aire empuja la hojarasca, que se amontona debajo del sauce. De la chimenea emana un dulce aroma que se cuela por las naricillas de los críos, soliviantando sus juegos infantiles.
Hubiera sido una historia maravillosa, pero en el cuarto renglón las letras se escapan del folio; sólo queda la luz de un candil.
Me encanta el baile de las hojas con el viento y ese olor tan rico...no deja de ser una historia maravillosa de un breve instante: A mi me encanta tal y como está :)
ResponderEliminarBesitos Aniagua
Otro beso para ti también ,lopillas
ResponderEliminarSe oscureció el otoño a la luz del candil.
ResponderEliminarBesos.
Quizás..
ResponderEliminarBesos
¡Me encanta la figura del "cuarto renglón"! :)
ResponderEliminarabrazos
Me alegro que te haya gustado, preciosa Mariluz
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