Las lenguas hablan temores y se cruzan miradas. Las calles se inundan de sangre y huele a muerte; retumban tambores y hay señales de humo en el cielo que dibujan cuerpos amontonados, sin latidos.
Los niños lloran la ausencia y quedan infecundas las madres, y la luna esconde los gritos de dolor cuando se posa la mano fría del terror.
Tierra maldita..
¡si la luna hablara amiga Aniagua! Cálidos saludos para vos.
ResponderEliminarGracias, amigo..
ResponderEliminarUn abrazo
Espero no ver nunca eso aquí.
ResponderEliminarY en ninguna parte.
Besos.
Gracias por la visita, Toro
ResponderEliminarAbrazos