Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

martes, 4 de diciembre de 2018


No sé qué hago sentada en este borde filoso,

Sino pensar que valgo poco por estos caminos,
de perfecciones, de maravillas ocultas por el cinismo..


Los restos de mí se hallan en un lugar atrevido,
donde el péndulo no deja de oscilar,


Los restos de mí no se ocultan detrás de columnas falsas,
porque si yo quiero ser una loba, soy una loba,
no tengo que tapar mi piel con la del cordero..


No sé, no sé, qué hago sentada en este borde filoso,
sino pervertir.me ... Fumar carcajadas de humo,
con un sombrero rojo, desnuda, si, queriéndome,
alborotada, loca de rabia por tener la facilidad de poder tocar
un cielo, solo con mirar-te..


Me he ahogado,
se ha parado mi corazón mil veces,
pero soy una mujer que acostumbra a sentarse
en este borde filoso,
con las tetas libres, con los pies desnudos,
con un trozo de chocolate y cromos, por si se me olvidan los
días de niña..
Soy un descaro y qué libre cuando lo grito...



María Gladys Estévez.


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