De negrita que era parecía que procediera de otras tierras-Parece Chola, murmuraban los residentes. Su cuerpo flacucho se mostraba salpicado según en qué días, de unas molestas pupas que encontraban alivio gracias a los ungüentos que su madre con cariño, empapaba, y depositaba en su frágil figura, una noche si, otra no.
Carmen fue una niña algo tímida, y pocas veces sonreía. Su pelo negro como la pez, sus piececitos igual de negritos, y entre sus labios, perlas blancas parecían sus dientes; algo enjuta, por la escasez de alimentos de una larga posguerra.
En las tardes de verano se formaba un grupo de criaturas que correteaban de un lado a otro, como si supieran que las horas y los días de juegos infantiles terminarían, y con ellos sus inocentes miradas.
Dando voces se decían unos a otros- ¡la ciega, la ciega en la era!-Acudían en bandadas, como los pajarillos. Los campesinos dispuestos, comenzaban la trilla, tardes calurosas, y cantos de agradecimiento.
Uno a uno formaban una fila, todos querían girar y girar subidos en la plancha de madera que con ayuda de los bueyes, formaba diferentes círculos, triturando el trigo. –¡Yo quiero ser el trillique, yo quiero ser el trillique!, chillaban.
Carmen terminaba sentadita y sonriente, admirando como luego aventaban la paja, y veía caer el bálago, como una lluvia de estrellas brillantes.
De negrita que era parecía que procediera de otras tierras..
Me gusta el tono que adoptas en este texto, cual Marianela nos cuentas una tierra, de una forma que transmites una época que pronto será lejana.
ResponderEliminarBesos, es un enorme placer leerte
tu escrito me recuerda a J.R.Jimenez, la infancia de otro tiempo con sus juegos precarios, frutos del trabajo de sus mayores, muy bello, saludos Aniagua
ResponderEliminarhermoso y muy tierno tu relato. La negrita me tocó el corazón.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso y agradecido por este relato.
miles de gracias por regalarnos tan bellas y tiernas letras, acariciando nuestros sentidos con ellas, muchos besinos de esta amiga admiradora.
ResponderEliminarmientrasleo, Abuela frescotona, Lao, Ozna, miles de besos para ustedes, que me refrescaron el corazón con sus comentarios..
ResponderEliminarAbrazos sinceros!
Lindo escrito, he sentido nostalgia, ternura.
ResponderEliminarun abrazo
Gracias por tu visita , Mery.
ResponderEliminarAbrazos
No he conocido una realidad así, en ninguna de mis edades, querida niña... pero he sentido el griterío y hasta he querido ser trillique (que no sabía qué cosa era) :)
ResponderEliminardos abrazos :)
Mi querida Maryluz, me alegra que te haya gustado. (es como mi madre se divertía cuando era pequeña)
ResponderEliminarAbrazos mulitplicados