Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

sábado, 21 de noviembre de 2020

RUIDOS Y SILENCIOS

 

Alguien bate un huevo. El chapoteo del tenedor en el plato removiendo parece un frus, frus, rápido, como cuando una novia sale corriendo con un vestido de cola inmensa, de la iglesia, porque se arrepiente en ese mismo instante.

Quizás también pueda ser un sol girando a gran velocidad en el plato. 

En el patio el señor que vende castañas asadas en la esquina de la plaza, descansa. Probablemente esté reflexionando de cómo le ha ido el día; también recordando la juventud, aquella, que en plena guerra, rompió con los sueños, incluso la chica rubia alemana de la que se había enamorado intensamente.(jamás habría de olvidarla, fue un amor de esos que no se olvidan nunca).

Alguien come uvas y explotan en su boca muy bajito, el jugo penetra dulcemente en la garganta como cuando se besan los amantes, dulce y despacio en el comienzo. 

Aquel foco abarca todo el caserío, parece la Luna que acaricia, que se compadece de las tristezas, que cobija. Pero es un foco.

En la casita de al lado se puede ver cómo alguien ya muy mayor ha terminado de cenar, y se ha puesto a ver su álbum de fotos. Saca un pañuelo del bolsillo porque una lágrima se derrama y baja por su mejilla y por la comisura de los labios.Demasiado corazón.


En los tejados hay un gato negro que acostumbra a pasar un buen rato todas las noches para atusar sus bigotes después de zampar algún ratoncillo. Parece un don Juan.


Altanero, caprichoso, creído. Pero no lo es.

Es Altamirano, el gato de la señora Tere. 


Hay una suave brisa que se cuela dentro de las casitas. Remueve el alma, saca una sonrisa, es placentera.

Pero hay un silencio más silencio aún. Alguien descansa, descansa de un tortuoso camino. 

Nadie lo sabe. Mantiene la calma, la misma cuando cerró sus ojos para siempre. En paz.



Nadar en la nada

como se viene al mundo.


Despertar al ver--te


Y ser plagio de tus besos.

  

 





2 comentarios:

  1. La vida y su amiga la muerte siempre tan atareadas
    Tus descripciones son una delicia, amiga. Me reitero.
    Muaaaaack

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