Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Palabras, (sueltas), versos, quizás eso.



 Me conmovió ese lago abundante

de sus ojos. No era llanto.

La felicidad henchida en su pecho.


Ayer se cruzó en mi camino un ángel

que tenía alas negras: tenía dudas.

Atravesé el tiempo por estar a su lado.


Un poema jamás puede ser horrible,

bordadas cada una de sus palabras.

Incluso al borde filoso de un abismo.






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