Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

sábado, 17 de octubre de 2015

A través de un tiempo


El chasquido de la hojarasca  bajo las ruedas de la bicicleta era como  que  si estallaran  miles de finos cristales, a medida que la bajada se pronunciaba el reguero de brillantes luces no hacía sino embellecer el paisaje de arboleda, y los castaños, preñados, y abundantes. Podría haber sucedido a mediados del siglo pasado,o tal vez, ayer, o quizás, hoy;  lo atemporal seduce de tal forma que se puede viajar a cualquier parte del mundo y en cualquier época, apenas si hace falta nada, o casi nada. A lo lejos se vislumbraba la pequeña granja y justo al lado el granero, la chimenea no paraba de lanzar un velo hermoso al cielo, un velo oloroso; un enorme charco apareció igual que los duendes traviesos cuando se les antoja alguna diablura, pero lejos de moderar la velocidad, ella pedaleó mucho mas rápido y embistió  al mar que la esperaba en medio del bosque. Una ola surgió desde la tierra anegándolo todo, de tal modo que la bicicleta y la señora quedaron como los mazapanes impregnados de miel, pero en este caso diría yo, que más bien se habían solidificado por la  gran capa de barro gelatinoso, junto con los miles y miles de Protozoos.
No blasfemaría, nada de eso, aquello fue un bautizo en toda regla, por eso sonrió igual que una niña con los cachetes tatuados de churretes. Entonces comenzaron a sonar los valses y el sonido de un tiovivo con sus caballos trotando al aire. La embarrada señora lamentó lo poco que le había durado el gran acontecimiento, de cualquier tiempo, ya sea a mediados de siglo pasado, o por ende, hoy mismo.

jueves, 8 de octubre de 2015

El tic tac provoca eso



Desde  siempre me deshago para tener-te igual que como cuando yo duermo y me hallo cómoda y relativamente junto al tiempo yo me acomodo en tu cintura con la piel mía; a voces te grité y tú vuelves pero en el silencio perturbador que te provoco en la soledad oscura del deseo.

lunes, 5 de octubre de 2015

Sabor a mí



Nada más placentero, nada más intenso bajo la luna, se dijo. Comenzó humectando sus pezones y con sus dedos suaves caricias en círculo alrededor de ellos. Un ombligo excelso sería el pozo de lágrimas como perlas que resbalaban sugerentes por entre los pechos…
Agitación, perversión, amar, amor; un gesto convulso y el clímax…

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...