Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

sábado, 13 de junio de 2020

Entre tiempos



Mientras tanto la tarde daba paso a la noche, como si hubiera sido hechizada, los ojos se hacían cada vez más pesados.

Los párpados se hicieron persianas, que, poco, a poco, terminaron por la opacidad total de ellos. Pero deseaba que sucediera, era el único modo de volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...