Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

martes, 27 de julio de 2021

Divagar, divagar.


Y me veo ahí sentada 

en cualquier banco

de cualquier lugar,

abandonada de placer

con los pies cruzados,

un cigarrillo, otro, otro,

esperando no sé qué.


Un ron es la compañía 

cuando llega la tarde

fría, lluviosa, tarde.


Envuelvo todo lo que fui

y queda un paquete pequeño,

adornado con un lazo.


Y me vuelvo y no me hallo,

nada es nada, siquiera un suspiro.


 

2 comentarios:

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...