jueves, 12 de noviembre de 2020

Lista de lectura hoy en el Riz

 


Si, realmente resulta curioso eso de leer en el Riz. Sin dejar de sonar un blues, sin dejar de beber, de fumar. 


La hora prevista para la lectura a las 23 horas.

Busqué oteando por todos lados por si, aunque, ya parecía que no, entrara él. El olor le delató.


Un olor inconfundible. Como cuando se tiene la certeza de algo. Cuando se está completamente seguro, o segura, de cualquier cosa, o causa.

Alguien leyó por un rato. Escuchamos con atención. Hay historias que si se cuentan bien gustan, gustan mucho.


Pero yo no podía quitar mi mirada de la suya.


Tomó el saxo. Siempre lo hace de pie, por lo que no quedaba un centímetro de su cuerpo sin que fuese observado por mis ojos. 


¿Alguien quiere hablar sobre el texto?


¿Qué?, contesté.


Si, claro yo misma, dije. Estaba abstraída.

De modo, que comencé. No sabía muy bien el contenido de lo que se había hablado, pero algo se me había quedado en la cabeza. Tengo buena memoria.


Cuando terminé aplaudieron: ojos rojos, ojos cerrados, humos, bebidas, saxo. 

Los finales no me gustan por eso lo dejo para otro momento.


¿Quieres una copa?, dijo el saxofonista .


Claro que sí, contesté. Pero fueron varias y varios.








martes, 10 de noviembre de 2020

Un lugar conocido

 


En cualquier momento saltaría de la banqueta, y habría protestado. El modo en que se expresaba el profesor no le causaba agrado.


El modo en que hablaba de filosofía hacía que su cabeza se llenase de marañas, como ovillos; nidos de pájaros.

De modo que lo hizo. 

Expuso su idea en total desacuerdo. Replicando en voz alta, señalando con el dedo justo al pecho del profesor. 

La filosofía es un  arte inequívoco, dijo. Es un modo de vida también.Es una doctrina.


- Usted no expresa lo esencial. Queremos que sea como un flechazo en el corazón, enamorarnos, dijo.


-Muy bien Elina, pero recuerda que yo soy el que da la clase, yo soy el profesor.


-Lo sé, pero eso no impide quién tenga la razón. Vivir para pensar sería lo adecuado.


Bueno, ha terminado la clase...


Una excusa para acabar con más réplicas.


"La vida ha de ser un conjunto de réplicas, como los terremotos".


¿Qué dices?


--Pues, eso.




lunes, 9 de noviembre de 2020

TEJADOS

 


A principios del mes pasado iba paseando con tranquilidad, pensando en esto, o aquello, pero la relativa calma sobrepasaba a la primera cuestión. Un camino de piedras, de esas, que, por su antigüedad se han fundido junto con todo lo demás. Completamente pulidas y lisas.

De tal modo, que, cuando la lluvia esparce las miles de gotas resbalan al pisar. 


Por el mismo motivo de los tejados caían pequeñas fuentes. Una delicadeza extrema.

Como cuando se acarician los cuerpos y las palabras no hacen falta. Es curioso ver esas imágenes que, en cierto modo atrapan los ojos. Podrían ser besos; mariposas; risas de infantes al salir al patio. Podrían ser muchas cosas más. 

La música de un piano. Notas, y más notas que vuelan libres al cielo dejando un halo de una gran belleza.


Las lágrimas también brotan. Huyen por esa canalilla, las de las tejas: alegría, tristeza, emociones no encontradas.


¿Llueve?, dijo alguien.


Si, llueven lágrimas, y risas, contesté.





jueves, 5 de noviembre de 2020

ADAGIO

 

Pero las circunstancias de cada cual no son iguales, dijo alguien. Con los brazos en jarra y fumando cachimba.

Ciertamente tenía razón. 

Hoy el tiempo ha cambiado algo. Y las flores del jardín lucen hermosas, como si quisieran escapar de la raíz.

Raíces que alimentan. Pero quizás también encarcelan.


Un puñado de margaritas volando como una cometa. Un manojo de cilantro dando vueltas y más vueltas, jugando al corre, corre, que te pillo. Las rosas batiendo alas como los pájaros. Esparciendo al cielo el perfume oloroso.

Pero hay funerales. Siempre los hay. 


También hay vida, siempre la hay.


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"Volver a tu vientre mamá

Por dormir ,dormir."





miércoles, 4 de noviembre de 2020

READING

 

El tiempo lo cura todo, dijo aquel señor que al mismo tiempo de hablar se quitaba el sombrero para secar el sudor de la frente, y refrescar su rostro con el agua de la acequia.

En verdad podría ser una oración. Podría ser un consuelo. 

Después del almuerzo siguió en sus tareas, trabajando la tierra. Lo más preciado. 



Texto para reflexionar o, no- Como gusten ustedes.


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"Francamente no sé dónde 

se halla la verdad. 

Es el engaño la más cruel de las guerras."


martes, 3 de noviembre de 2020

EL MORIR

 

Tribulaciones así sin más, dijo Eulalia. Son aflicciones que las personas llevan como un rosario pendiendo del cuello. ¿Lloverá hoy?, preguntó Elisa. 

El caso es que la merienda fue una buena escusa sobre todo por volver a las charlas tan meditadas, y a las preguntas de cada una de las amigas, Carolina aún no había llegado.

El sufrimiento es innato en las personas prosiguió Eulalia, mientras  tomaba un sorbo de café, lo es, si, porque somos peculiares, seguramente la consciencia: lloramos por muchos motivos, tenemos problemas, pesadillas, y hay mucha gente que camina con un largo periplo de tribulaciones y muere así, de ese modo.

Quiero un café y ese rosquete relleno de cabello de ángel, dijo Carolina mientras se quitaba la chaqueta y colgaba el paraguas.

Entró como un vendaval, incluso llevaba algunas hojas secas envueltas en su melena ondulada. 


Vaya,pues ya estamos las tres, comentó Elisa.

La pusieron al corriente de las conversaciones.


Elisa- ¿Porqué has traído el paraguas?, ¿Acaso llueve por tu barrio?.


Carolina- Algo si.Y como soy previsora pues aquí lo tengo.


Eulalia- Bueno, si alguien más quiere café  lo piden, ya está preparada la próxima cafetera.


Interesante tema ese de las tribulaciones, dijo Carolina. Realmente y sin darnos cuenta el sufrir es una añadidura más al ser, porque los demás seres también sufren.


Por cierto ¿Y el morir?, prosiguió Carolina, mientras se descalzaba las botas.


Esa cuestión es tan simple como lo discutido anteriormente, estuvieron en acuerdo las tres.

Morir es como vivir, sólo que duermes, dijo Elisa.

Sobre todo porque ya no habrá sufrimiento. Pero tendrás que pagar a Caronte,volvió a decir. Sonrieron.


Hay un retrato en la casa de la que fue de mis bisabuelos en la que aparece el rostro de Caronte, alegó Eulalia. 


Creo que empieza a llover, resbalan gruesas gotas por la ventana, son como besos que acuden por si alguien los quiere, dijo Elisa.


Dejaron el café, los rosquetes y las conversaciones. Y detrás de la vidriera acariciaron a cada uno de los besos. Por ver que no sufrieran, pero si que muriesen.

lunes, 2 de noviembre de 2020

La tormenta

 

Hubiera sido un improperio decirle a la señora Vitale que  parara de hablar. Sería como de un manotazo cerrar el pico de algún pajarillo y verlo caer, y saber que ya no cantaría nunca más. O sesgar la hierba hasta dejar un huerto sin vida. 



Una avioneta surca el cielo en estos momentos, el parloteo de Vitale siquiera se oye. Es una pequeña avioneta de color azul, que despliega sus alas como las águilas, verla cómo cruza es pequeño espacio entre el caserío hasta el mar es un auténtico placer. 

Mi sombrero se ha volado. Empieza ese airecillo, que más tarde será como los remolinos- Las andoriñas revolotean. Dicen que es porque habrá viento.


De modo que, me senté en el banquillo de madera sin barnizar, un banco de muchos años. Quizás muchas tardes alguien hizo lo mismo, leyendo un libro, o simplemente para observar el atardecer, un rojizo atardecer, el mismo que se aprecia ahora mismo.

La señora Vitale había terminado su charla. Fue interesante, una nunca sabe hasta que punto merece la pena esperar y escuchar. 

Unas gotas de agua cayeron en mi nariz para luego dejarse abandonar en mis labios, entonces volví a recordarlo. 

Pero lo que comenzó con pequeñas gotas aquí y allá, se convirtió en bendita lluvia que en unos veinte minutos arreciaba con fuerza. Serena, pero fuerte.


Las nubes se pintaron de un gris oscuro. 


Volví a casa mojada, descalza. En realidad, feliz.


A veces una tormenta es lo más hermoso que pueda pasar. 



Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...