Llegó al hotelito. Esperó unas horas. Fue una noche lluviosa. Eran las cuatro de la madrugada.
No vino.
De modo que complacerse a ella misma y de beber largo rato se quedó dormida.
Qué fastidio, se dijo
Cu
Blog de María Gladys Estévez. Si supiera dónde se encuentra la verdad tendría otro comportamiento. No entiendo este modo de vivir.
Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...
Bueno, a grandes males grandes remedios...
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