miércoles, 19 de enero de 2022

O, tal vez entre ese oasis.

O, tal vez entre ese oasis,

marmóreos susurros de búhos que postrados se quedan.

Donde hubo un lago azul perpetrado de garras mayestáticas,

el tornado se ha tomado de la mano lo prestado.

¡A la carga navíos!, id a lo robado, lo mancillado.

Como púrpura tarde lo cometido es errado.




Un sin fin de palomas que pican el desgastado umbral,

unas ciegas, otras, sordas. Un relámpago tintinea un puñado de campanillas.

El gran mundo verde se ha vuelto a secar: veredas, montañas, una dama negra,

leña sin fuego que arda al ocaso de la tarde.

Postrada con mis manos a lo largo de este continente mío,

como un gran gorila enfurecido, me resisto al desparecer de las palabras.



Es su espera vacía


Es su espera vacía

consciente

a veces

Ataron sus manos

Ataron sus alas

Pero y sus ojos

sus ojos 

son la libertad



 

martes, 18 de enero de 2022

A cierta hora de un domingo.

 La Luna ha crecido y se ha desbordado y brilla y reparte todos sus guiños y todos caen igual que la lluvia serena de diciembre sobre el rostro. ¿dormido? Casi sonríe, casi llora, casi despierta, pero no. Las nubes cubiertas de invierno caminan en lo alto, cerca del cielo y los hombros del padre sucumben al dolor, y su corbata nada tiene que ver con el color que ahora tiene su corazón. Un piélago inmenso y cristalino abraza a la madre dormida y rodeada de cirios que son luciérnagas y brillan con la misma intensidad que sus ojos brillaban ayer .Ayer fue tan pronto, tan cerca...

Para que no me escuche nadie (Olivia Estévez)


Para que no me escuche nadie


Para olvidar

Para no saber

Para apagar todas las luces de todo el mundo

Para fomentar la lectura

Para tener unos preciosos zapatos de tacón

Para construir todo lo que quiera

Para situarme ahí enfrente y verte

Para disfrutar de un racimo de uvas

Para huir del futuro

Para rechazar esa paella

Para salir y comprar

esos visillos que tanto me gustan

Para que la niebla envuelva

mi cuerpo embalsamado

Para que vuelva a empezar

Para dejar salir al ratón

Para encerrar al gato

Para gritar alto

Para reír a carcajadas

Para dormir en el granero

admirando la Luna por el ojo de buey

Para olvidar que existo

Para tomar una botella de ron

contigo

Para

Para

Para maldito taxi!  





 

Soy un fracaso. (Charles Bukowski.)

 

le puse el seguro a la puerta del auto
y al levantar la mirada vi a este tipo
caminando hacia mí
se parecía a Peter mi viejo amigo
pero no era Peter
era un hombre demacrado
en jeans y camisa azul de trabajo
y me dijo:
“oye, mi esposa y yo
necesitamos algo para comer,
morimos de hambre”
Miré detrás de él
y ahí estaba
su mujer
que me miró con ojos a punto
de lágrima.
Le di un billete de cinco.
“¡Te amo, hombre!”, gritó,
“No me lo gastaré en bebida”.
“¿Por qué no?”, le contesté,
“Es lo que yo haría…”

Me alejé para entrar a un edificio
arreglé unos cuantos asuntos
salí
regresé al auto
como siempre
pensando
si hice lo correcto
o si fui víctima de un engaño.

mientras conducía
recordé mis años
de miseria
hambriento más allá de cualquier arreglo
nunca pedí a nadie
un centavo.

esa noche, después de unos tragos,
le expliqué a la mujer con la que vivía
lo mucho que daba dinero a vagabundos
pero que yo
en los tiempos más obscuros
de hambre en mi vida
me negué a pedir nada a nadie.

“lo que pasa es que ni para eso
servías”, dijo ella.



Henry Charles Bukowski (nacido como Heinrich Karl BukowskiAndernach, 16 de agosto de 1920-San Pedro, 9 de marzo de 1994) fue un escritor de relatosnovelista y poeta estadounidense nacido en Alemania. Fue un representante del realismo sucio y es considerado como un «poeta maldito», debido a su excesivo alcoholismopobreza y bohemia.1



lunes, 17 de enero de 2022

La muerte rosa (Del escritor André Breton.).


Los pulpos alados guiarán por última vez la barca cuyas
velas están hechas de ese solo día hora a hora
Es la velada única tras la cual sentirás subir por tus cabellos
el sol blanco y negro
De los calabozos rezumará un licor más fuerte que la muerte
Cuando se la contempla desde lo alto de un precipicio
Los cometas se posarán suavemente en los bosques antes
de fulminarlos
Y todo pasará dentro del amor indivisible
Si el motivo de los ríos nunca desaparece
Antes de que sea completamente de noche observarás
La gran pausa de la plata
Sobre un pescador en flor aparecerán las manos
Que escribieron estos versos y que serán husos de plata también
Y también golondrinas de plata sobre el oficio de la lluvia
Verás el horizonte abrirse y de pronto habrá acabado el
beso del espacio
Pero el miedo ya no existirá más y los cristales del cielo y del mar
Volarán por el viento con más fuerza que nosotros
Qué haré yo con el temblor de tu voz
Sonríe danzarina alrededor del único lustro que no caerá
Trampa del tiempo
Subiré los corazones de los hombres
Para una suprema lapidación
Mi hambre dará vueltas como un diamante demasiado tallado
Trenzará los cabellos de su hijo el fuego
Silencio y vida
Pero los nombres de los amantes se olvidarán
Como la adónica gota de sangre
En la luz enloquecida
Mañana engañarás a tu propia juventud
A tu gran juventud luciérnaga
Los ecos solos harán moldes de todos los lugares que existieron
Y en la infinita vegetación transparente
Te pasearás con la celeridad
Que se pide a los animales de los bosques
Acaso te desgranes entre mis despojos
Sin verlos lo mismo que uno se arroja sobre un arma fluctuante
Pero yo perteneceré al vacío semejante a los Peldaños
De una escalera cuyo movimiento se llama muy penoso
Para ti los perfumes desde entonces los perfumes prohibidos
Lo angélico
Bajo el musgo esponjoso y bajo tus pasos que no existen
Mis sueños serán vanos y formales como el rumor de los
párpados del agua en la sombra
Me introduciré en los tuyos para sondear la profundidad
de tus lágrimas
Mis llamadas te dejarán dulcemente vacilante
Y en el tren hecho de tortugas de hielo
No tendrás que tirar de la señal de alarma
Llegarás sola a esta playa perdida
Donde una estrella descenderá sobre tus equipajes de arena


 André Breton.





Pragmático, ingenioso y revolucionario, André Breton (1896-1966) engendró la semilla de un nuevo orden artístico al redactar en 1924 el Manifeste du Surréalisme.





Particularmente no me gusta en absoluto la obra de este escritor, pero he querido dejar uno poema suyo por si alguien quiere opinar, que las críticas son bienvenidas.


Y vuelvo anclada al recuerdo



Y vuelvo

anclada al recuerdo

tú eres el junco

la miel

melaza

indómito

placer

Yacer

yacer

Y dejas

la huella

en la arena

un calco

de lo que pasó

Girar

girar

Indescriptible

placer

volver

al poso

de tus gotas

Beber

Beber






 

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...