lunes, 20 de septiembre de 2021

Cuando ruge el volcán.

 


Está la montaña

rugiendo

como garras de  bestia.


Asoma ardiente la lava

a torrentes libera lo que 

la tierra desea.

Se apartan los pájaros,

lo pinos lloran.

Está la montaña

rugiendo.

Nada y nadie 

ha de detener

lo que la naturaleza es.


Asoma ardiente la lava

el ardiente cielo, 

mar ardiente.





viernes, 17 de septiembre de 2021

Hay un lugar inhóspito donde crece la lluvia y crecen los besos.


Hay un lugar inhóspito

donde crece la lluvia

y crecen los besos


Hay un cercado de amapolas

que embriagan, como estar contigo.


Hay mil suspiros ondeando al viento

como las cometas.

Hay infinidad de delfines 

que sonríen.


Hay un lugar secreto.

Donde la felicidad crece

en cada rama.


Hoy siento que algo ha 

merecido la pena...


 

Sony nació un veintidós de julio de mil novecientos doce.

 


Una rémora parecía, a cada paso que daba, la rémora seguía ahí, viviendo de ella, alimentándose de ella, de sus pertenencias, ahora iría pegada a su espalda, y el sentimiento que eso provocaba, era subyugante, un castigo desde que vino a este mundo…

Sony nació un veintidós de julio de mil novecientos doce. Cuando en aquel pueblo siquiera había algo de especial. Eso sí, un verde prado lleno de ovejas, algunas de ellas, viejas y cansadas, como sus dueños, que dormían justo al lado de ellas, en un establo, porque aquella casa, era un establo.


Sony se había criado como todos los niños, con una infancia normal, dentro de lo que se puede llamar normal; pero el sometimiento que imponían los terratenientes a los lugareños era descomunal, porque estos, se partían el lomo cada día, en esas tierras. Pero la suerte de Sony, fue malograda el día en que Malsis nació, si ese mismo día, porque a los pocos meses se había convertido en una rémora para ella.

Al principio a Sony le gustaba, porque era una chica compasiva, y sentía lástima de Malsis al verlo tan desprotegido, tan solo. Comenzó entonces la unión entre los dos, una unión perfecta, risas, salidas a merendar. Ir al prado verde y quedarse ahí toda la tarde.


Pero un día Sony se había llenado de pupas, unas pupas horribles en todo su cuerpo. La rémora era la causa de ello. Ya no podría apártalo de ella, ya no tenía fuerzas y sobre todo se sentía humillada y muy vieja. Pero ya sería demasiado tarde...




Amar, desear.


Ausencia

Besos

Corazón

Deseo

Paz

Inquietud

Benevolencia 

Aspiración

Armonía

Artimañas

Revolución

Catástrofe

Hondo

Espejo

Mimos

Yelmo

Regalar

Obtener

Amar

Desear

Prosperidad

Sol

Luna

Estrellas

Nubes

Cielo

Bruma

Algodón

Caricias

Revolcón

Aplausos



 

jueves, 16 de septiembre de 2021

¿Y si nos paramos un rato y pensamos algo?

 

Que si la fiesta hindú de los colores en Adeje, Tenerife, que si el tiempo que a veces parece machacar nuestros pulmones con ese desagradable siroco del desierto, esa tierra en suspensión, tan amarilla como el Sol, pero que tan mal nos viene, sobre todo a los que ya tenemos afectados los bronquios, o diversas alergias, que ya que hablo de ellas, ya hace bastante tiempo se vienen multiplicando. ¿Cambio climático? Pues la verdad si les digo no tengo ni idea, lo que está claro es que a veces se advienen tiempos non gratos. El caso es que la vida siempre sigue, quiero decir, que el tiempo y la vida...

Las noticias se suceden y se multiplican por mil, porque la vida es noticia pienso yo, la vida siempre ha sido noticia. Hoy en día una se entera de casi todo en el mismo día. He dicho casi todo, claro está. Porque ya se sabe que las cosas que no se quieren que se sepa,no se sabrán jamás, a no ser que alguien le de por hablar de más, o de menos.

Por poner un ejemplo: ¿Quién sabe si en verdad los extraterrestres conviven con nosotros?, según rumores se piensa que si, o por ejemplo: A cierta profundidad y debajo de la Tierra se hacen los experimentos más raros e insospechados de toda la humanidad, que si una raza nueva, que si un nuevo territorio por si viene un gran meteorito .

El caso es que a diario todo se sucede, son como las ondas de los sonidos que se explayan a cualquier lugar, en cualquier momento.

Así supongo que es la vida por fuera, por dentro ya es harina de otro costal. Ahh la vida por dentro, llena de autopistas cargadas de una sangre preciosa, neuronas, conexiones a esto y aquello; pero lo que más me gusta es el corazón: Se le atribuye que es el que conecta con el alma, bueno , así quiero pensarlo yo. Ese gran misterio que no se ve, pero que se escucha, basta detenerse un rato y en silencio, y es tan grande el que habita que llevamos dentro que me emociona pensarlo…

No quiero terminar sin antes comunicarles yo también algo, en este caso es la tradición de unas fiestas famosas aquí en Tenerife, en la comarca de Güímar. época de Carnavales se celebra en dicha comarca junto con el tradicional entierro de la sardina, una fiesta también pagana, que se llama El Carnaval del demonio. : Brujas, fantasmas .. se echan a la calle corriendo de aquí para allá desafiando a los presentes. Ya se sabe que las leyendas alimentan muchas historias, y como los humanos amén de sufrir y trabajar, y en la cotidianidad de los días, también nos gusta la diversión, dos o tres noches de risas, de correrías,etc..

¿Y me pregunto yo, qué hay de malo olvidarse por unas horas de las penurias, verdad?

Sea como fuere viva la vida, no? O no? Bueno ahí lo dejo…





Hubiera desaparecido de la faz de laTierra.

 



Quizás fue cobarde, porque en ese mismo momento hubiera desaparecido de la faz de la Tierra.

Trató de abalanzarse y dejarse caer, pero la hondura de aquel barranco era vertiginosa, y volvió sobre sus pasos, temblorosa, y hasta algo cohibida. La noche anterior lo había planeado todo, incluso la vestimenta que llevaría; pero era humana, si, y le sobrepuso el pánico, pánico ante las ganas de irse de este mundo…

Dos meses atrás había intentado quitarse la piel con la punta de un abrecartas, pero solo atino a despellejar tres dedos de la mano derecha, el dolor fue insoportable, más aún que tener que arrodillarse en la iglesia y arrastrarse hasta llegar al altar, donde un Jesús cansado le esperaba, para perdonarla, pero en vez de eso, se compadeció de ella. Verla en ese estado era una verdadera lástima: Penando por el pasillo, llorando por los días caóticos, con sus manos juntas y con un rosario que llegaba al suelo, con un crucifijo desgastado. Las personas se perdonan solas, dijo aquella señora en el último banco, estaba con un trapo dándole lustre a los asientos, si, volvió a decir, luego desapareció por entre los balaustres…

De modo que se puso contenta cuando de nuevo la piel creció envolviendo los tres dedos.

Pero la idea de irse no se le quitaba de la cabeza, aún con la invitación de unos amigos para pasar el día en un cerro de tantos que hay en Australia. Pero un cerro con una casa enorme, con un parterre lleno de Zarzos Dorados. Una noche, y otra y otra, con la luz de un luna gigante y el humo de las pipas alzándose al cielo, y las charlas de estos y aquellos, y el vestido de ella, elegante. El té rojo en la taza y la sonrisa de todos y el bienestar, y también los sueños. Pero nada de eso habría de interesarle. Siquiera contemplar desde el cerro, las vistas gloriosas…


Fracasaría siempre, pensó, fracasaría el querer irse. El dolor y el miedo, el dolor y el miedo siempre iban a impedir eso, salir del mundo, despedida como una gran bala. De modo que una idea le rondó por la cabeza, una idea que le gustó: a medianoche de esa noche de fiestas en el patio de la casa, salió con lo puesto y se dirigió apresurada donde los dingos. Allí consiguió irse para siempre, porque olía estupendamente, y su piel y huesos tan apetitosos...


De los días de los milagros

 


Me pareció un niño el primer día que lo vi, pero no lo era. Su rostro era pura bondad, sus rasgos suaves, delicados, con uno ojos que parecían caídos del cielo. No tenía edad por más que lo miré, no tenía edad. Una muleta le daba la seguridad suficiente para dar un paso, y luego, otro, y otro…

Pero no puedo olvidar su rostro. Una mueca graciosa en sus labios parecía dar la bienvenida al nuevo amanecer, tomó café. Despacito, sorbo a sorbo. Me incliné a mirarlo, porque el aleteo de manos de las compañeras impedían poder ver tamaña hermosura. Lo miré abstraída, perpleja; admiré su espalda, sus piernas, su cojera, su modo de sorber, siquiera oteaba alrededor. Sentado, callado, con la paz que muchos necesitamos. ¿De dónde venía? ¿Porqué esa resignación tan bonita?, la serena quietud de su cuerpo hacía que surgiera un cerco luminoso a su alrededor, brillante como una gran estrella.

La mañana alborotada el café repleto de personas hablando esto y aquello, ¡ah pero la bondad de él, su admirada presencia por mi parte!.

La ignorancia de los demás me gustó, porque ese hombre era un lienzo expuesto, ahí, para contemplar una belleza indescriptible, y yo fui la afortunada, si, fui eso y más, porque pude ver bien sus colores, cada pincelada; pude conocerlo; ahora giraría a un lado, ahora hacia el otro, era como un resplandor aquel lienzo. Un mar dentro llevaba, un océano repleto de peces brillantes… ¡oh … si, qué sueño, qué privilegio el mío!. Cada paso, cada gesto, cada sorbo, todo era confortable, como cuando una llega a casa, y se deja caer y se duerme, profundamente; un sueño, si, un sueño vertiginoso poder admirar a alguien que cae del cielo invisible a los demás...


Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...