Sería como huir
a otro lado.
Volar con alas de cartón,
y dejar atrás las noches
los días. Un enmarañado ovillo.
Sería como huir
sin dejar de mirar atrás,
por si algún resquicio
de mí aún respira.
Sería como huir
a otro lado.
Volar con alas de cartón,
y dejar atrás las noches
los días. Un enmarañado ovillo.
Sería como huir
sin dejar de mirar atrás,
por si algún resquicio
de mí aún respira.
En un beso la vida,
no hay momento ni
nada que esperar.
De sueños se hizo mi noche,
castillos de papel.
Como el rio que fluye dentro,
anegando cada poro de mi piel.
Y supo que no sólo era su yo, es decir, ella. Necesitó desenmarañar el ovillo que desde su venida al mundo llevaba dentro, en un contexto para nada escandaloso, pero deseó sacar ese aluvión que hoy estaba perjudicando su cabeza, y tal vez todo su cuerpo.
La vestimenta no era la misma: ausencia de maquillaje. Una negación absoluta.
De modo que estuvo varios días apartada del mundanal ruido. Había alquilado una cabaña alejada del pueblo. Le gustó sobre todo por la ausencia, y su propia ausencia.
El silencio se hizo ella. Ningún vocablo salió de sus labios. La música del arroyo, el canto de los pinzones azules, todo lo necesario para, poco a poco soltar lastre.
Un café y un cigarrillo a primera hora de la mañana: luego otra vez el silencio. Pero dentro corría la lava por todas sus venas, un ir y venir de fuego preparado para lanzar la llama más grande de su vida.
Pero cuando llevaba unos quince días en aquel mundo ingrávido comenzó a resonar dentro de su cabeza el timbre de un teléfono. Sabía que sólo ella podía escucharlo.
La cabaña desprovista de cualquier cosa que fuese tecnología: una cocinilla, un camastro, enseres simples.
Después de una ducha regresó a la salita para contemplar las montañas nevadas sosteniendo un café. En su boca el primer cigarrillo.
El sonido golpeó una, y otra vez, por mucho que quiso distraerse observando aquellas majestades no pudo.
Decidió contestar. Ya no habría silencio. No habría la protección de su cuerpo en un mundo acuoso, como cuando vivió en el vientre materno.
¿Quién es?, dijo.
Nadie contestó.
En los días siguientes el sonido no paraba. Empezó a estar inquieta, nerviosa.
¿Oiga, porqué no dice nada?, volvió a decir.
Pero una noche se dio cuenta de quien estaba al otro lado del teléfono era el ovillo, el aluvión. Y supo que no sólo era su yo.
¿Porqué habría de coger el teléfono?, se preguntó.
Presumiblemente sabría que no era el sonido de un teléfono, que probablemente fuese la
campanilla de la entrada a la casa, justo al lado de una balaustrada, siquiera recordaba quién, en
algún momento, habría dejado aquella campanilla de viento y, que su tintineo había provocado el
pensar que alguien llamara, simplemente por preguntar como estaba, o por si en algún momento,
alguien quisiera charlar un rato, compartir un café, o quizás arreglar el jardín, que sin duda alguna
se merecía eso, ser arreglado, quitar hojas secas, remover la tierra, y querer no dejar morir los
pocos geranios que esparcidos, parecían no querer secarse, un querer sobrevivir, como si corriera
la sangre por sus tallos. De modo que decidió hacer todo eso en soledad si, realmente sacaría
provecho de sus circunstancias la de que el timbre que escuchó no era llamada alguna, que fue la
campanilla de viento al soplar una brisa impronta provocada por las corrientes de aire
provenientes de las montañas picudas, envueltas en un velo transparente de niebla.
Se puso un mandil, unos guantes, y bajo dos escalones de piedras redondas fundidas con el barro.
Mientras apartaba la hojarasca recordó aquellos años de niña cuando la abuela hacía lo mismo y
ella miraba y curioseaba: habían gusanos, mariposas revoloteando, y lo más que le gustaba era
dejar que el agua que salía como un río de la manguera la empapara era algo maravilloso, como
un bautizo en toda regla, un hermoso bailar entre aguas...
Quitó todas las hojas secas, mimó los geranios, que a medida que avanzaba la tarde se veían de
un color más intenso. (mimar, mimar, mimar)..
Cuando terminó se sentó en una butaca de tela vieja y descolorida por el tiempo, y mantuvo en
sus manos una taza de café arábigo que guardaba para las visitas, o siquiera sabía bien para
qué... Sintió caricias tibias en ambas manos, sintió un calor especial.
De nuevo volvieron los recuerdos sorbía despacio, saboreando instantes. El pasado y el presente,
todo ello girando a su alrededor como un tiovivo. Comprendió al final que no le hizo falta
aquella supuesta llamada de teléfono, siquiera sentirse sola por eso. Y lo mejor de todo es que
vivió un largo momento a solas...
Hoy se me olvidó un sueño
casi vespertino. Se voló.
Hoy llego sin ganas,
a un lugar desconocido.
No queda calidez, no hay risas.
El murmullo de nada se asienta
en cada cabeza. Atentos al sistema.
Hoy quisiera volver, volver a dormir,
plácidamente.
Y si no estás ya no lloro,
la calma se aposentó.
Hoy me visto de piel,
son tantas veces que hago eso.
PD. Esperé detrás de una reja sin saber que era libre.
Pasodoble islas canarias.
Claro que si. Mira, no hace por mover un dedo, no tiene latido, y el encefalograma plano, pero con una rara actividad neuronal…
Huele a naranjas, a gofio con almendras, y las uvas son un torrente de agua bendita dentro de los garrafones. Un vaso de vino maestro? Traiga pa ca hombre!
Las mujeres y hombres se engalanan con sus ropas típicas.
Ellos, con sus relucientes chalecos, sus polainas de lino bordadas, pantalón negro de lana, fajín rojo, y camisa blanca de lino.bordada.
No sé si estoy soñando o es algo real, el caso es que algo me empuja hacia ese descampado, y al fondo un circulo que, a mi modo de ver, parece un holograma. Es como si estuviera dentro de una película, quiero decir, que más bien parece una interpretación, estoy interpretando. Tengo que confesar que me gusta el teatro, pero esto es algo diferente.
A medida voy acercandome, umm..no no.. yo estoy quieta, porque mis piernas no se mueven, entonces he de entender que el circulo o el holograma, es el que se mueve, y viene hacia mi.
Pero no conozco nada, nada me es familiar. Estoy de pié en una explanada de tierra, o quizás no es tierra, tengo dudas. Porque se que algo se mueve debajo de mi pies, pero no puedo confirma qué cosa es, podria ser una gran plataforma de cemento, o quizás de hierro forjado, por decir algo, claro. El holograma casi está a mi lado, y me sorprendo enormemente, porque sin saber cómo, soy engullida por el. Esta noche me he cenado abundantemente, quizás sea una pesadilla, pero es tan real.
Dicen que cuando se como mucho en la noche, luego aparecen pesadillas: Que si una bruja te guisa en un caldero, que si un dragón te persigue con su lengua de fuego, que si el lobo de caperucita viene a buscarte para cenarte, etc…El caso es que sin saber cómo estoy dentro del holograma, me gusta, es un lugar plácido. No tiene paredes, ni habitaciones, nada. Sin embargo no me desagrada, al contrario. Cada minuto que pasa es como si volviera a nacer, es una sensación, como puedo explicar, por ejemplo, como si estuviera en el vientre materno, si, si, algo así. Todo es paz, una calidez extrema envuelve mi cuerpo, y soy feliz, muy feliz.
En fin , digo yo que si es real pues a ver que pasa y si es una pesadilla o un sueño, cuando amanezca ya me daré cuenta.
Respira?
Creo que no.
Pues ya solo queda esperar…
Hemos hecho todo lo posible, pero si no tiene ganas de volver no lo hará..
Crees que es eso? Que si no vuelve es porque no tiene ganas?
Y si una se adentra en las calles llenas de jolgorio, con las gentes cantando malagueñas, folías, isas; se da cuenta que empiezan las fiestas de mayo. Santa Cruz se impregna de historia, y es su conmemoración el día tres de mayo como ciudad de santa cruz de Tenerife.
Claro que si. Mira, no hace por mover un dedo, no tiene latido, y el encefalograma plano, pero con una rara actividad neuronal…
Huele a naranjas, a gofio con almendras, y las uvas son un torrente de agua bendita dentro de los garrafones. Un vaso de vino maestro? Traiga pa ca hombre!
Las mujeres y hombres se engalanan con sus ropas típicas.
Ellos, con sus relucientes chalecos, sus polainas de lino bordadas, pantalón negro de lana, fajín rojo, y camisa blanca de lino.bordada.
No sé si estoy soñando o es algo real, el caso es que algo me empuja hacia ese descampado, y al fondo un circulo que, a mi modo de ver, parece un holograma. Es como si estuviera dentro de una película, quiero decir, que más bien parece una interpretación, estoy interpretando. Tengo que confesar que me gusta el teatro, pero esto es algo diferente.
A medida voy acercandome, umm..no no.. yo estoy quieta, porque mis piernas no se mueven, entonces he de entender que el circulo o el holograma, es el que se mueve, y viene hacia mi.
Pero no conozco nada, nada me es familiar. Estoy de pié en una explanada de tierra, o quizás no es tierra, tengo dudas. Porque se que algo se mueve debajo de mi pies, pero no puedo confirma qué cosa es, podria ser una gran plataforma de cemento, o quizás de hierro forjado, por decir algo, claro. El holograma casi está a mi lado, y me sorprendo enormemente, porque sin saber cómo, soy engullida por el. Esta noche he cenado abundantemente, quizás sea una pesadilla, pero es tan real.
Dicen que cuando se como mucho en la noche, luego aparecen pesadillas: Que si una bruja te guisa en un caldero, que si un dragón te persigue con su lengua de fuego, que si el lobo de caperucita viene a buscarte para cenarte, etc…El caso es que sin saber cómo estoy dentro del holograma, me gusta, es un lugar plácido. No tiene paredes, ni habitaciones, nada. Sin embargo no me desagrada, al contrario. Cada minuto que pasa es como si volviera a nacer, es una sensación, como puedo explicar, por ejemplo, como si estuviera en el vientre materno, si, si, algo así. Todo es paz, una calidez extrema envuelve mi cuerpo, y soy feliz, muy feliz.
En fin , digo yo que si es real pues a ver que pasa y si es una pesadilla o un sueño, cuando amanezca ya me daré cuenta.
Respira?
Creo que no.
Pues ya solo queda esperar…
Hemos hecho todo lo posible, pero si no tiene ganas de volver no lo hará..
Crees que es eso? Que si no vuelve es porque no tiene ganas?
Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...